A veces pienso que tengo suerte, Sin una perra y a�n me divierte Mi profesi�n. Desde una noche en la que Dios quiso Comprometerme con el hechizo De una canci�n.
Y ahora acabemos de ser sinceros, Que a m� tambi�n me mueve el dinero y La vanidad. Pa' no ser menos que mis amigos, Que se conforman con un suspiro De libertad.
Y una lucecita que apenas se ve, Cuando estoy a solas va dici�ndome Que no soy yo, Que a�n no soy yo.
A veces pienso que lo m�s grande De que dispone el hombre es el hambre De conocer. Que abrir un libro es abrir las alas, Sobre las cosas que nunca acabas De poseer.
Y empiezas a edificar tu mundo De las ideas en un segundo De intuici�n, Para acabar bajo los cimientos, Esclavizando tus sentimientos A la raz�n.
Y una lucecita que apenas se ve, Cuando estoy a solas va dici�ndome Que no soy yo, Que a�n no soy yo.
A veces vibro con cualquier cosa, Una mirada se me hace hermosa Si mira en paz. Por un cachorro que se extrav�a, Que as� yo entiendo a mis alegr�as, Vaiv�n fugaz.
Y porque sufro hoy me pongo al lado Del oprimido y amordazado Que se echa a andar, Porque �l ha hecho que el mundo gire Y hay que cantarle pa' que no olvide Su malestar.
Y una lucecita que apenas se ve, Cuando estoy a solas va dici�ndome Que no soy yo, Que a�n no soy yo.