Capullo Y Sorullo La Sonora Dinamita Y América Sierra
Había una vez en mi pueblo un matrimonio Rubio como la mantequilla, Yo puedo dar mi fe y mi testimonio Que lo que digo no es ninguna mentirilla.
Del matrimonio nacieron nueve hijos, Ocho salieron rubiecitos. Yo lo vi, a mí nadie me lo dijo Que el noveno resultó ser bien negrito.
El marido soportó por muchos años, Pero a la larga el silencio le hizo daño Y decidió confesar a su mujer Así lo hizo y ahora ustedes van a ver.
Oye Capullo, a todos los quiero igual. Oye Capullo, a todos los quiero igual. Todos son angelitos Y los llevo aquí en el alma, Pero hablemos del negrito Sin perder la calma. Dime Capullo: ¿Es hijo mío el negrito? ¡Seguro que sí! Dime Capullo: ¿Es hijo mío el negrito? ¡Claro!
Y ella le contestó, y ella le contestó: ¡Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo! ¡Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo!
Oye Capullo, a todos los quiero igual. Oye Capullo, a todos los quiero igual. Todos son angelitos Y los llevo aquí en el alma, Pero hablemos del negrito Sin perder la calma. Dime Capullo: ¿Es hijo mío el negrito? ¡Seguro que sí! Dime Capullo: ¿Es hijo mío el negrito? ¡Claro!
Y ella le contestó, y ella le contestó: ¡Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo! ¡Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo!
Y la bomba estalló, El matrimonio acabó. Ella se fue con los ocho Y él con el negro cargó. Ella se fue con los ocho Y él con el negro cargó.