Hablando de mujeres y traiciones, se fueron consumiendo las botellas, pidieron que cantara mis canciones, y yo cante unas dos en contra de ellas.
De pronto se me acerca un caballero, su pelo ya pintaba algunas canas, me dijo le suplico compa�ero, que no hable en mi presencia de las damas.
Le dije que nosotros simplemente, hablamos de lo mal que nos pagaron, que si alguien opinaba diferente, ser�a porque jam�s lo traicionaron, que si alguien opinaba diferente, ser�a porque jam�s lo traicionaron.
Me dijo yo soy uno de los seres, que m�s ha soportado los fracasos, y siempre me dejaron las mujeres, llorando y con el alma hecha pedazos.
M�s nunca le reprocho mis heridas, se tiene que sufrir cuando se ama, las horas m�s hermosas de mi vida, las he pasado al lado de una dama.
Pudi�ramos morir en las cantinas, y nunca lograr�amos olvidarlas, mujeres, oh! mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas...
Mujeres, oh! mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas...